Los 137.000 metros cuadrados de la nueva terminal del aeropuerto Changi de Singapur acogen un bosque con saltos de agua y espacios comerciales bajo una cúpula de cristal y acero
El Sky Train comunica la nueva terminal Jewel Changi de Singapur, inaugurada el 17 de abril, con el resto del aeropuerto, elegido por séptimo año consecutivo como el mejor del mundo en la encuesta de la consultora Skytrax. El edificio, de 10 plantas y una superficie interior de 137.000 metros cuadrados, incluye una cascada de 40 metros de altura. Ha sido proyectado por el estudio Safdie Architects, responsable de otro de los iconos de la ciudad: el Marina Bay Sands.
De noche, la cortina de agua de la cascada llamada Rain Vortex (vórtice de lluvia) se ilumina con luces de diferentes colores. Un salto de agua que atraviesa en su caída siete plantas cubiertas de vegetación.
El Canopy Park, que ocupa los niveles más altos del edificio, incluye redes para caminar o balancearse por encima de las copas de los árboles. Por las 10 plantas de la nueva terminal del aeropuerto de Changi también se reparten los mostradores de facturación, un hotel de 130 habitaciones, un cine y 280 tiendas y restaurantes.
Por el óculo situado en el centro de la cúpula, una estructura toroidal de cristal y acero, se vierten cada minuto más de 37.800 litros de agua. Otro dato: tiene el diámetro de un autobús.
El nuevo espacio, con el que el aeropuerto de Singapur quiere convertirse en un destino turístico en sí mismo y no solo en un lugar de tránsito, ha sido concebido como un bosque interior con más de 1.400 árboles, repartidos por terrazas a diferentes alturas.
Vista exterior de la nueva terminal Jewel Changi, una cúpula toroidal de acero y cristal proyectada por Safdie Architects. A la derecha, la pasarela que conecta con las otras terminales del aeropuerto de Singapur.
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